BBC Mundo
miércoles, 05 de mayo de 2010
Entre más televisión ve un niño de dos años, mayores son las probabilidades de que tenga un mal desempeño en la escuela y una mala salud al cumplir diez años.
La TV tiene un impacto en el desempeño escolar y en los hábitos de salud del niño.Ésa es la conclusión de una investigación con más de 1.300 niños llevada a cabo por científicos de las universidades de Michigan, en Estados Unidos, y Montreal, en Canadá.
Según el estudio publicado en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine (Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente), por cada hora de televisión que ven los niños, peor el desempeño académico y mayor el consumo de comida chatarra.
«Encontramos que cada hora adicional de exposición a la TV entre niños pequeños correspondía con una futura reducción en la participación escolar y el éxito en matemática, un incremento en el acoso por parte de los compañeros, una vida más sedentaria, un alto consumo de productos chatarra y eventualmente un mayor índice de masa corporal», explica la doctora Linda Pagani, quien dirigió la investigación.
Impacto futuro
El objetivo del estudio era determinar el impacto de la exposición a la televisión entre niños de dos años en su futuro éxito académico, su estilo de vida y su bienestar general.
Se les pidió a los padres que respondieran cuestionarios de cuánta TV veían sus hijos a los 29 meses de edad (dos años y cinco meses) y nuevamente a los 53 meses (cuatro años y cinco meses).
La primera infancia es un período crítico para el desarrollo cerebral y la formación de la conducta. Los altos niveles de consumo de TV durante este período pueden conducir a hábitos perjudiciales para la salud
Dra. Linda Pagani
En promedio, dicen los científicos, los pequeños de dos años veían poco menos de nueve horas de televisión a la semana, mientras que a los cuatro años el promedio era de menos de 15 horas.
Pero 11% de los niños de dos años y 23% de los de cuatro años veían más del límite máximo recomendado (dos horas al día).
Los investigadores llevaron a cabo un seguimiento cuando los pequeños cumplieron diez años y se les solicitó a los maestros que evaluaran su desempeño académico y psicosocial y sus hábitos de salud y que midieran su índice de masa corporal (IMC).
Los resultados mostraron que quienes veían más televisión a los dos años tuvieron menores niveles de participación en el salón de clases y menores calificaciones en matemática.
También se encontró una reducción en la actividad física general y un aumento en el consumo de bebidas gaseosas y en el IMC.
Sentido común
Tal como expresa la doctora Pagani, «la primera infancia es un período crítico para el desarrollo cerebral y la formación de la conducta».
«Los altos niveles de consumo de TV durante este período pueden conducir a hábitos perjudiciales para la salud».
«El sentido común sugeriría que la exposición a la televisión reemplaza el tiempo que el niño podría pasar comprometido en otras actividades más enriquecedoras y en tareas que mejoren su desarrollo cognitivo, conductual y motor», dice la investigadora.
Y agrega: «Esperábamos que el impacto de la TV en la primera infancia desaparecería cuando el niño cumpliera siete años, pero es bastante desalentador el hecho de que los resultados negativos continúen hasta los diez años».
«Nuestro estudio presenta un argumento de salud pública muy convincente contra la exposición excesiva a la TV en la primera infancia», expresa la doctora Pagani.
El Fondo Nacional de Alfabetismo del Reino Unido afirma que «mientras no se compruebe que los niños menores de dos años pueden beneficiarse con la TV, los padres deben limitar esta exposición y promover otras actividades como conversaciones, lecturas compartidas o juegos imaginativos».
Pero agrega que también es posible «fomentar la exposición a programas de televisión de alta calidad, educativos y adecuados para la edad del niño desde los dos a los cinco años».