Un estudio reciente encuentra que los niños que viven en un área del estado de Nueva York que utiliza pesticidas aéreos para controlar a los mosquitos tienen una tasa más alta de autismo que los niños de áreas colindantes.
Los investigadores encontraron que los niños que viven en una región pantanosa del centro de Nueva York tenían un 25 por ciento más de probabilidades de ser diagnosticados con autismo o con un retraso general en el desarrollo, en comparación con los niños de otras partes del estado.
Aproximadamente uno de cada 68 niños ha sido diagnosticado con un trastorno del espectro autista (TEA), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Los TEA se refieren a un grupo de trastornos del desarrollo cerebral que afectan la conducta y la capacidad de comunicarse y socializar de los niños. La gravedad de los síntomas varía mucho. Algunos niños tienen problemas relativamente leves con las interacciones sociales. Otros son incapaces de hablar y se enfocan en una cantidad limitada de conductas repetitivas, apuntan los CDC.
Pero estas estos resultados no son suficientes para el director del proyecto, el Dr. Steven Hicks, pediatra del Centro Médico Milton S. Hershey de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Hershey, Pensilvania,quien declara: «El estudio en realidad plantea más preguntas que respuestas», dijo. «Necesitamos más investigación antes de tomar alguna medida pública sobre el uso de los pesticidas».
Pero el estudio no es el primero en encontrar un posible vínculo entre los pesticidas y las tasas de autismo, señaló Hicks.
Apuntó a un estudio que fue noticia hace dos años. Unos investigadores de California encontraron que las mujeres embarazadas que vivían en un radio de una milla (1.6 KM) de cultivos tratados con pesticidas eran ligeramente más propensas a tener un hijo con autismo, en comparación con las mujeres que vivían más lejos de los campos tratados.
Parece que las pruebas nunca son suficientes. Parece que las expericencias y los resultados que se obtuvieron durante los últimos 80 años no son suficientes para algunos «científicos», quienes o tienen o la mente cegada por llegar a la prueba más absolutamente detallista, hasta niveles subatómicos, o tienen otros intereses ya de índole, digamos, institucionalo personal, o pro directivas de la OMS o de algún otro organismo similar.
Por poner un ejemplo, hace 70 años atrás, el pesticida DDT (dicloro difenil tricloroetano) un compuesto organoclorado, inventado por el Dr.Paul Hermann Müller, laureado con el fraudeNobel de Fisiología o Medicina de 1948, era promovido como la panacea de las dolencias mundiales, como la malaria o la destrucción de las cosechas. Luego se proihibió por los grandes daños medioambientales y a la salud humana, aunque aún hoy en dia se sigue sintetizando en la producción de Dicofol, un acaricida prohibido en la UE pero utilizado en Uruguay, principalmente en la producción de citrus, vid, manzano, peral, tomate, papa, berenjena, en ornamentales y florales, para combatir plagas como el ácaro bronceador de tomate, arañuela parda, entre otras.
Los efectos en la salud del Dicofol son los siguientes:
Se acumula en tejidos adiposo, cerebral y hepático. Tóxico para el hígado, riñones y sistema nervioso. Provoca arterioesclerosis e hipertensión y lesiones severas a la piel. Cancerígeno, fetotóxico y mutagénico. Estrógeno ambiental, con efectos disruptores en el sistema reproductivo y endocrino. Puede tener efectos en la fertilidad masculina y femenina.
Un artículo publicado 1980 en los archivos de Medicina Veterinaria, por la Revista Oficial de la Asociación Nacional de Escuelas de Medicina Veterinaria de Chile, detalla los efectos adversos del DDT asociados con microcefalia en animales, en esta oportuniad en embriones de aves, con estos resultados (oh casualidad!):
«Nuestros resultados demuestran que el mayor efecto de exposición al DDT, lo experimentan los embriones entre las 20 y 50 horas de incubación, como se demuestra por la acentuada hipomorfosis del sistema nervioso, microcefalia, hecho que no se produce en embiones normales. (Hamburguer V. & Hamilton L., 1951) https://books.google.com.uy/books?id=nLPhh10mGKgC&printsec=frontcover
Hoy en día son muchas las fuentes que citan a los pesticidas como causantes de microcefalia, mientras que el gobierno permanece obediente a sus amos y continúa su campaña de intoxicación programada, con las consecuencias futuras que dejaráy que otra vez apuntará a un enemigo inventado como excusa para lograr sus propósitos de envenenamiento, tal vez muchos gobernantes ni siquiera sepan esto, y por eso ciegamente siguen las directivas que bajan de losorganismos internacionales, pero eso implicaría una falta de responsabilidad en su posoción representativa de los intereses ciudadanos.