NUEVA YORK (Reuters Health) – Una dieta rica en verduras, frutas y soja reduciría un 30 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer mamario, de acuerdo a un nuevo estudio.
El equipo de la doctora Lesley M. Butler, de la Colorado State University, advirtió una tendencia a la «disminución del riesgo de cáncer cuanto más alto era el patrón alimentario de verduras, frutas y soja» entre 34.000 mujeres chinas.
Aunque el equipo identificó y analizó los patrones alimentarios de mujeres chinas en Singapur, Butler opinó que los resultados son aplicables a las estadounidenses.
Las dietas «no son tan distintas a las de la población en Estados Unidos», dijo a Reuters Health.
«Generalmente, incluyen un patrón alimentario poco saludable con carne y gran cantidad de almidón y grasa saturada. Y luego un patrón saludable, o prudente para nosotros, con vegetales, frutas y soja».
El estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, incluyó datos reunidos entre 1993 y 1995 de 63.257 hombres y mujeres participantes del Singapore Chinese Health Study (SCHS).
La investigación incluyó entrevistas en persona sobre la alimentación, el peso, la educación, el tabaquismo, el ejercicio y el consumo de hormonas de los participantes.
Esos datos le permitieron al equipo identificar los dos grandes patrones alimentarios, el poco saludable (carne, almidón y grasa saturada) y el saludable, con gran cantidad de crucíferos (brócoli, coliflor, repollitos de Bruselas, calabaza y col verde y china).
Según las respuestas del consumo de 165 alimentos, a los participantes se les asignó un puntaje para cada patrón alimentario.
El equipo identificó a 34.028 mujeres sin antecedentes de cáncer mamario. Todas tenían entre 45 y 74 años. La mayoría era delgada, hacía ejercicio y había pasado la menopausia, pocas de ellas fumaban o usaban terapia de reemplazo hormonal.
A fines del 2005, 10 años después de las entrevistas de ingreso al estudio, 629 desarrollaron cáncer de pecho, según el Registro Oncológico de Singapur.
El equipo halló que a mayor consumo de vegetales, frutas y soja, menor era el riesgo de desarrollar la enfermedad en la posmenopausia.
En cambio, esa relación no existió con la dieta rica en carne y grasas, como lo habían sugerido estudios previos. Pero Butler advirtió que las estadounidenses no deberían prestar demasiada atención a ese resultado porque la diferencia estaría en la forma en que se prepara la carne.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, febrero del 2010.