LaRazon.es (Europa Press)
lunes, 14 de junio de 2010
Investigadores de la Universidad de Brighton, en Reino Unido, han comprobado que aquellas niñas que consumen una dieta rica en carne tienden a comenzar sus periodos menstruales más temprano, según los resultados de una investigación publicados en la revista ‘Public Health Nutrition’.
En el último siglo ha descendido considerablemente la edad en que las niñas tienen su primera ‘regla’, tras lo que se creía que podía estar una mejor nutrición y un aumento de la obesidad, ya que ambos factores tienen un fuerte impacto en las hormonas.
El estudio contó con más de 3.000 niñas de una edad media de 12 años, a quienes se les hizo un seguimiento de su dieta a los tres, siete y diez años. Tras cumplir 12 años y ocho meses, se dividió en un grupo a aquellas menores que ya habían comenzado a menstruar, observando que un consumo elevado de carne durante la infancia estaba fuertemente relacionado con estos casos.
Los autores consideraron un consumo elevado más de ocho porciones de carne por semana en niñas de tres años y unas 12 porciones cuando cumplían siete. A esta edad, un alto consumo de carne aumenta hasta en un 75 por ciento las probabilidades de tener la primera menstruación a los 12 años, en comparación con aquellas menores que consumían menos cantidad.
Como explica a la BBC la doctora Imogen Rogers, que ha dirigido el estudio, «la carne es una fuente rica de zinc y hierro, y estos minerales son muy requeridos durante el embarazo».
No obstante, Rogers y su equipo no creen que sea necesario que las niñas pequeñas dejen de comer carne, ya que las que fueron clasificadas en el grupo de un mayor consumo estaban comiendo demasiado.
Aunque en el análisis de los resultados no se tuvo en cuenta el peso corporal, otras investigaciones previas apuntaban a que las niñas más grandes tienden a menstruar más temprano.
Sin embargo, las conclusiones de esta investigación proponen que «podría deberse a un efecto más directo de las proteínas en la dieta sobre los niveles hormonales del organismo», señaló el doctor Ken Ong, endocrinólogo pediátrico del Consejo de Investigación Médica de Reino Unido.